la misión que se hace cotidiana rutina

La semana pasada, para conocer un lugar nuevo y significativo y, como no,  para salir de la rutina que nos impone el estudio del chino, viajamos  a la Basílica de Wanchin al sur de Taiwán .En esa zona   se inició la evangelización de la isla. Esta Basílica es la segunda Iglesia mas antigua de Taiwan.  Lo que me sorprendió al dar un una vuelta por este pueblo fue ver  imágenes de la Virgen por todos lados. Incluso en las cafeterías.20141109_111724

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Y es que el 80 por ciento de los habitantes de la zona son católicos.Esta foto es un  mural en una de las casas cerca de la basílica, donde vemos una escena de una procesión, que nos recuerda que los primeros misioneros que llevaron el evangelio (y nuestras tradiciones religiosas) a  estas tierras fueron dominicos españoles.

Como veis, hasta el cartel del centro pastoral está también en castellano (lo que es sorprendente pues aquí no hay ni un castellano parlante).20141109_111219

Decía que hicimos este viaje para salir de la rutina en la que actualmente estamos inmersos. Misa matutina, clases, estudio, comida, mas estudio… Esto es lo que Dios nos pide ahora. Rutina. Esta misión que El nos confía hoy tiene ese rostro: rutina cotidiana.

La misión muchas veces significa, grandes cambios y rupturas, novedades, sorpresas, incluso muchas aventuras con sus riesgos, grandes decisiones y proyectos. Pero tantas otras veces cambia su cara y se transforma en cotidiana rutina con sus pequeñas actos y pequeños acontecimientos.  Y así hay que acogerla. Intentando hacer de lo ordinario algo de extraordinario, como nos recomendaba nuestro fundador. Y esto como se hace?

Inspiradoras son estas palabras de San Pablo.

“Aunque ando escaso de recursos, no lo digo por eso; yo he aprendido a arreglarme en toda circunstancia. Sé vivir en pobreza y abundancia. Estoy entrenado para todo y en todo: la hartura y el hambre, la abundancia y la privación. Todo lo puedo en aquel que me conforta.” (Filipenses 4,15-16)

La Misión es más que nada obediencia. Y obediencia tanta veces es consentir. Y hacerlo por amor a El. Creo que esto es lo que le da una luz diferente a todo lo cotidiano .  Hacerlo porque es lo que Él quiere.


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