Os tenía un poco olvidados, mis queridos lectores de nuestro blog. Aunque suene a escusa, me cuesta ponerme a escribir pues siento que no tengo nada que os pueda interesar. Y es como os decía en otro artículo cuando todo se hace un poco rutinario …ya os podéis imaginar. Ya han pasado un año y tres meses desde nuestra llegada. Y la mejor noticia que hoy puedo compartiros es que seguimos aquí, RESISTIENDO.
Y no es poca cosa. Aguantar, resistir, ser tenaz, aunque quede mucho para llegar a la meta, aunque el camino sea cuesta arriba, aunque flaqueen a veces las fuerzas. Hay una imagen que me da consuelo y renueva mi confianza en estos momentos. La planta de bambú. Que por cierto es el significado del nombre la la ciudad donde vivimos: Hsinchu.
El bambú es una valiosa planta que nos enseña a resistir. De hecho, si tomas una semilla de bambú y la siembra en el jardín de su casa tienes que armarte de paciencia para no llevarse una gran decepción. La razón: por más que la riegues durante meses e incluso durante los primeros años, no conseguirás que brote ni el más pequeño tallo. ¡En efecto! Entre las características del bambú está el hecho de que su semilla demora hasta más de 7 años para germinar. Deberíamos tener presente que todo sucede en el tiempo de Dios, al igual que ocurre con el bambú. Lo más sorprendente de esta exótica caña es que, cuando ya está preparada, su tallo alcanza hasta tres metros en un solo mes. Es decir, una vez está listo, su crecimiento es vertiginoso.
Y es que durante todo el tiempo que espera para florecer, se la pasa trabajando por su propia cuenta. En la franja de años transcurridos entre la siembra y el nacimiento del brote, la semilla del bambú echa raíces. El bambú primero prepara sus bases para lo que será su sólido futuro y asegura la firmeza que tendrá durante la madurez. Sus raíces son tan fuertes, que ellas frenan la erosión que carcome a la tierra, pues no permiten que épocas de lluvia el piso se desmorone. Justo cuando crece, el bambú es capaz de resistirlo todo. Si hay vientos fuertes, esta caña los enfrenta. Si bien es cierto que se puede doblar con un vendaval, jamás se quiebra.
Esa caña lo consigue todo gracias a que profundiza sus raíces durante tantos años. Pues en eso estamos echando raíces…. Aguante, resistencia, tenacidad…requisitos imprescindibles de la misión en Asia,(y en cualquier sitio). Feliz año nuevo a todos.



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